El fondo inmobiliario que en tres países –Colombia, Panamá y Estados Unidos– maneja cerca de 70 activos inmobiliarios en sectores de comercio, oficinas, hoteles y bodegas, la atención se centró en cuatro frentes prioritarios, dice Lina Hurtado, la vicepresidente de negocios.
El primero le apuntó a salvaguardar la vida y la salud de las personas con medidas de bioseguridad. El segundo, a la sostenibilidad de los clientes, pues hoteles y comercio se afectaron profundamente por los confinamientos.
Por eso buscaron mitigar los efectos negativos del aislamiento y los apoyaron con acciones como financiarles investigaciones de mercados, foros virtuales y mejora de canales de atención. “Además de darles alivios, les dimos herramientas para que pudieran leer mejor el mercado”, dice la ejecutiva.
El tercer pilar buscó proteger y mantener la liquidez del fondo en medio de un escenario de menores ingresos.
El último se enfocó en garantizar una operación con mayor eficiencia, ajustando costos y gastos.
¿Qué viene para Pactia? En las perspectivas de 2021 están contemplando varios factores, desde el rol que jugarán los gobiernos nacional y locales para acelerar la reactivación económica, hasta la evolución del virus, un posible rebrote y la llegada de la vacuna al país.
“Así como nos adaptamos a llevar tapabocas, hacer filas y lavarnos las manos, ahora tenemos que adaptarnos a ese nuevo escenario de la economía y, como compañía, la meta es recuperar terreno, estabilizar los activos que tuvieron pérdidas, volver a tener rentabilidad en el portafolio y mantener algunas iniciativas”, señaló Hurtado.
Estas son un proyecto de vivienda multifamiliar y oficinas en Estados Unidos, que empieza a operar entre este diciembre y el primer trimestre del próximo año; la consolidación de Lógika Vía 40 en Barranquilla, y la ampliación del parque industrial Lógika Siberia, que tendrá seis naves de bodegas adicionales, pues los inmuebles destinados a la logística son los que ofrecen mejores oportunidades y mayor dinamismo.
Pensar a largo plazo
Las dificultades que le planteó la pandemia al sector inmobiliario le permitieron a Pei Asset Management, el administrador del vehículo de inversión inmobiliaria más grande del país, con 164 activos, generar un “intenso y constructivo trabajo conjunto con arrendatarios”, dice Jairo Corrales, su presidente. El objetivo principal fue privilegiar las relaciones de largo plazo, basadas en la flexibilidad y la innovación.
El directivo destacó que la cercanía con los arrendatarios fue clave para lograr la retención de los contratos y estructurar los mecanismos para apoyarlos durante esta etapa, siendo al tiempo responsables con los inversionistas.
Además, los esquemas de alivios estructurados durante ese tiempo se dieron en un marco de responsabilidad y viabilidad, que les permitió gestionar la afectación a los ingresos “sin comprometer en ningún caso su estabilidad de largo plazo”, dice el directivo.
Por eso, al cierre del tercer trimestre ya comenzaron a evidenciar algunas tendencias positivas. Por ejemplo, lograron arrendar más de 6.000 metros en áreas comerciales y a septiembre, con la mayor reapertura, los activos logísticos e industriales alcanzaron un 94% del tráfico de usuarios.
También, los inmuebles comerciales registraron a septiembre un tráfico de visitantes de, 53%, lo “que permitió registrar un nivel de ventas cercano al 85% de los mismos meses del año anterior”, dice Corrales.
En términos de vacancia, la empresa estima que a partir de 2021 habrá una recuperación que, aunque lenta, podría evolucionar mucho mejor a partir del año 2022.
Los negativos efectos de la pandemia llevaron a las empresas a ser más innovadoras y creativas para reducir los impactos, así como a explorar caminos colaborativos para garantizar su sostenibilidad y la de sus clientes a largo plazo.