La pandemia confirmó una de las frases famosas del poeta belga Charles Van Lerberghe, según la cual nunca hay que reír de las lágrimas de un niño porque “todos los dolores son iguales”. El sector empresarial puede dar fe de la veracidad de esta sentencia.
En Bolivia, todas las empresas, independientemente de su tamaño, sintieron el impacto de la pandemia, ya sea porque sus ingresos cayeron tras el largo confinamiento o porque el consumo se redujo ante la incertidumbre o la pérdida de empleo de sus clientes.
En medio de esta compleja situación, los fondos inmobiliarios y las empresas que construyen oficinas o centros comerciales para arrendar han sentido sus propios dolores. Aunque tienen el respaldo de sus inversionistas, el sacudón de la crisis los tocó. Sin embargo, tuvieron fuerzas para apoyar a sus clientes, los empresarios, y para continuar sus proyectos.
Como sus apuestas son de largo plazo, saben que un mal año no es el fin del mundo. ¿Qué han hecho estas grandes compañías para enfrentar la crisis? Estas son sus reflexiones.
Dos grandes lecciones le han dejado la crisis…
La primera es que, para sacar adelante al país, hay que trabajar de manera colaborativa. La segunda, que se debe acabar con el individualismo, pues no deja progresar.
Escallón, que dirige la empresa que construyó los centros comerciales Fontanar en Chía y Arkadia en Medellín, recuerda que cuando el Gobierno decidió en marzo decretar el aislamiento preventivo obligatorio comenzaron a trabajar en tres temas: las medidas de bioseguridad de estas instalaciones, para garantizar la salud de sus colaboradores y clientes; diseñar alivios a los arrendatarios que, debido al cierre, se quedaron sin ingresos –en algunos casos fueron de 100%, y defender el empleo.
Cuando arrancó la reapertura en junio, el trabajo colaborativo rindió sus frutos.
Escallón señala que hoy Fontanar volvió a tener una ocupación del 98,5%, mientras que en Arkadia, que arrancó hace un año, es del 97%. Durante la pandemia abrieron nuevas marcas e incluso subieron la ocupación con la llegada de otras como H&M y Decathlon, por ejemplo.
Para el directivo, la empresa tiene claro que “estamos en Colombia por muchos años y vamos para adelante”.