Casas y Chalets a muy buen precio

Casas y Chalets a muy buen precio

“¿Quién quiere un restaurante (en alquiler)?”, se preguntó el presidente de la Cámara de Bienes Raíces de Cochabamba (Cebirac), Alfonso Ferrufino, y con esa pregunta dio una aproximación de cómo está la situación de su rubro en esta época de pandemia.

El confinamiento, ahora rígido, al que están sometidos casi todos por la proliferación del coronavirus, deterioró el ámbito inmobiliario. A principio de año, las agencias de bienes raíces concretaban con facilidad el alquiler de, por ejemplo, locales comerciales, pero, ahora, es complicado.

Ferrufino contó que hay personas se contactan para que les ayuden a conseguir inquilinos para, por ejemplo, una guardería, pero como esa tarea, en este contexto, puede tomar su tiempo, los propietarios optan por bajar el precio del alquiler o invertir en la readecuación de sus ambientes.

La situación también está obligando a algunos inquilinos a buscar opciones más económicas. Si antes algunas familias pagaban hasta 500 dólares de alquiler, ahora están dejando esos espacios para buscar algo más barato. Sus presupuestos son de 200 a 250 dólares, explicó Ferrufino.

Por hacer ese tipo de intermediaciones, algunos agentes inmobiliarios disminuyeron hasta en 50% el precio de sus comisiones. La situación económica les impide cobrar más.

VENTA

El precio de los bienes sigue la misma tendencia de los alquileres, está en descenso. Según Ferrufino, los dueños venden sus casas, lotes, departamentos, oficinas o locales comerciales a precios que están igual o por debajo del avalúo. Solo así logran una venta rápida.

Ese es un factor que está “paralizando las ventas de bienes”, pero también hay otros vinculados a la banca. Según Ferrufino, las entidades bancarias están demorando los procesos de otorgación de préstamos, “hay filas incluso en el área de créditos”.

La mayoría de las transacciones económicas de tipo inmobiliario dependen de la banca, son pocos los compradores que tienen el dinero en efectivo.

MÁS DESVENTAJAS

Otro problema que enfrentan las agencias de bienes raíces es que la gente está temerosa del virus. “Hay personas que no quieren alquilar ni vender sus propiedades por no recibir las visitas de los interesados”. Contó que algunos agentes llaman a los dueños para ir a ver sus inmuebles y ellos se excusan, indicando que “la situación está fea”.

Los que aceptan visitas de los interesados y agentes exigen que se garanticen todas las medidas de bioseguridad. Ferrufino aclaró que los agentes de Cebirac trabajan con barbijos y portando alcohol en gel a lo largo de su recorrido por una propiedad que está en oferta, debido a que hay que abrir y cerrar las puertas, tocar llaves y realizar otras acciones que pueden derivar en un contagio.

Los compradores también están decidiendo visitar los bienes inmuebles de su interés con el mínimo de gente. Antes de la pandemia, acudían familias enteras a evaluar si les gustaba o no el lugar, pero, ahora, solo va un miembro de la familia y, a veces, un acompañante.